La música en el coche determina la actitud al volante, para bien y para mal. De la misma forma que hace compañía y entretiene durante un viaje, puede despistar al automovilista, hacerle desconectar y perder la noción del tiempo, del espacio y de la responsabilidad. Ni la música parece recomendable siempre ni todos los estilos son igualmente adecuados. El ritmo de la música afecta directamente al pulso cardíaco y a la actividad cerebral.
Quienes escuchan canciones con ritmos más acelerados y con el sonido más elevado tienen un 20% más riesgo de sufrir un accidente de tráfico: por culpa del ritmo elevado, el conductor pisa más el acelerador; con un volumen más alto, la capacidad de atención se reduce y la velocidad de reacción aumenta.
Un estudio de la Universidad Técnica de Dortmund concluye que quienes eligen pop-rock son más agresivos en la carretera y además sobrepasan los límites de velocidad más fácilmente. Otro análisis elaborado en la Universidad Ben-Gurión del Néguev y publicado el año pasado señala que la música con un ritmo enérgico incrementa la excitación y favorece las salidas de carril. Asimismo, las canciones con letras explícitamente violenta incitan a incumplir los límites de velocidad.
Quienes escuchan rock tienen se exponen a un riesgo mayor: el 31% afirma haber sufrido algún accidente menor, frente al 13% de quienes escuchaban música pop. Hay otros tipos de música que tampoco salen bien parados, como el jazz, cuya complejidad exige concentración y hace que los automovilistas se despisten. Como consecuencia, comenten más excesos de velocidad. Lo mismo sucede con estilos como el heavy o el rap.
El pop, por el contrario, favorece una actitud más relajada. “La música pop es simple y repetitiva, la gente tiende a saberse la letra de memoria, por lo que ocupa menos espacio en la mente del oyente”, explica Vicky Williamson. La música clásica también invita a una conducción más tranquila, pero hay expertos que la desaconsejan en ciertos escenarios porque pueden hacer que el conductor pierda la concentración.